Mami estaba loca por ir a la Vaca Brava en Barranquitas, un restaurant muy peculiar por los platos que sirve a la mesa, tiene un menú único en su clase; por lo que mami aprovechó la celebración de su aniversario #40 para pasar un día en familia en esos lares. Fue tremenda aventura para poder almorzar/cenar ya que aunque estaban advertidos sobre la espera, esta fue ridícula. Papi y Adriana estaban locos por irse y comer en la primera lechonera que encontraran en el camino, Fer y yo convencimos a todos de quedarnos, ya estabamos allí. La primera vez que yo fui no tuve que esperar nada, pero esta vez estuvo brutal. Llegamos al medio día y pudimos comer a las 5:30 PM. O sea, pasaron 4 horas y media para que nos asignaran mesa y una para que nos sirvieran. El restaurant lo recomiendo, pero vayan temprano o salgan almorzados y así esperan la cena sin pasar taantaa hambre.
Espera bajo la lluvia.
Tuvimos la oportunidad de ver y saludar a el boxeador Miguel Cotto, quien no tuvo que esperar nada por su mesa, jeje. Menos mal que lo queremos mucho.
El gentío era impresionante y eso que la gente sabe que hay que esperar bastante.
Esperamos, esperamos y esperamos...
La foto clásica con los cuernos.
Por fin llegó la comida. Del menú tan único escogimos las costillas Pablo Mármol y la Vaca Arropa'
La foto familiar no podía faltar.
Esto fue lo que quedó de la vaca.
Por último un rico postre.
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