La actividad se llevo a cabo en La Capilla de los Bambúes en el Jardín Botánico, es uno de mis lugares favoritos por la paz que brinda ese divino espacio.
Cada familia tenía la encomienda de pintar en un canvas lo que representaba el equinoccio para cada una. Todos nos convertimos en artistas e hicimos nuestra creación. Esta es la nuestra.
Adri y Fer disfrutando del ensayo.
La presentación de la obra, aquí Camila tocando su violín.
Exposición del tema.
Una pequeña representación de madres educadoras de Casa Escuela.
La noche antes, entre los tres, pintamos nuestra obra de arte, sobre todo Fer que dio dos o tres pinceladas con el verde, jejeje.
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